domingo, 17 de julio de 2011

TODOS SON IGUALES

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DE CAMPS A CHAVES

     Para aquellos que durante dos años han jaleado y vitoreado las proclamas de Francisco Camps, presidente de la generalitat valenciana, dando por verdades lo que eran clamorosas mentiras, se han encontrado con que lo evidente ha salido a flote y la calidad del president ha quedado en evidencia. Las incuestionables pruebas aportadas por la fiscalía y los testigos de cargo, no han dejado otra opción a la defensa de Camps, aceptar la realidad de los regalos con que la trama “Gürtel” obsequiaba al mandamás de Valencia. De ahí a conectar los beneficios y privilegios conseguidos por medio de contratos y otras adjudicaciones, todavía queda un trecho.

     Pero la aceptación  tácita de haber mentido con el asunto de los trajes, no ha sido óbice para que el imputado reconozca el error y trate de enmendarlo. Todo lo contrario, intenta nuevamente engañar aduciendo que los regalos los recibió en su calidad de presidente no de Valencia, sino del PP valenciano. Patético. Es muy importante puntualizar, que al señor Camps no se le cuestiona su calidad moral como persona, sino como servidor público, como han pretendido hacer ver sus incondicionales, Ana Mato y Rita Barberá. Sin duda es un esposo ejemplar, un padre cariñoso y responsable, buen hijo y demás otras virtudes. Pero como servidor público, se ha convertido en sinónimo de corrupción y deshonestidad.

     Los asuntos privados de los políticos no deben interesar a nadie, sino a ellos mismos y a sus allegados. Pero sus actuaciones públicas, sus responsabilidades para con quienes le han confiado la administración de los bienes de todos, deben ser mirados con lupa y exigirle hacer un trabajo totalmente satisfactorio. Los millones de euros que han ido a parar a los bolsillos de Francisco Correa, Álvaro Pérez y demás ratas con frac, son los mismos con que se han podido construir dispensarios médicos, aulas educativas o plantas para el tratamiento de aguas residuales. Del mismo modo, se podría haber contratado más médicos, profesores y personal para asistencia de discapacitados. Pero no ha sido así, ese dinero ha servido para enriquecer a unas sanguijuelas, árbitros de lo cutre y del mal gusto, auténticos vividores.

     No hay excusa que pueda disculpar la actuación pública del señor Camps. La dejación de sus funciones, la no defensa de los intereses de sus conciudadanos en favor de unos vivales, así como el despilfarro en la construcción de obras mastodónticas pero sin función práctica, le hacen culpable de los cargos que se le imputan. No vale para nada la defensa a ultranza de sus partidarios, pues decir que sólo son tres trajes es un insulto para todos aquellos ciudadanos que no tienen para llegar a fin de mes. Para aquellos que no saben contar, han sido doce trajes, cuatro americanas, tres pares de zapatos y algunas cosillas más. En total casi 20 mil euros. El fondo de armario del señor Camps, es mayor que la cantidad percibida en en un año de duro trabajo por cualquier españolito de a pie.

     El primer paso ya está dado, Camps se sentará en el banquillo de un juzgado, acusado de cohecho impropio, delito menor si se quiere, pero que podría ampliarse si se demuestra la evidente conexión del gobierno valenciano en la trama “Gürtel”. Ahora esperamos que el resto de políticos corruptos, con Manuel Cháves expresidente de Andalucía a la cabeza, sean encausados y acusados de los mismos delitos. El auténtico lastre de España, es la corrupción rampante y la avaricia insaciable de la clase política y los chorizos profesionales.

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