jueves, 4 de abril de 2013

LA REALEZA INSACIABLE

BRIBONES AL BANQUILLO
 
     Por fin, después de una odisea de varios años y de los vanos y patéticos intentos de la casa real por desviar la atención por la menor de la infantas borbónicas, el juez Castro, instructor del caso Noós, ha imputado a Cristina Borbón como "cooperadora necesaria", en los delitos fiscales y fraudulentos de su marido, Iñaki Urdangarín. Aunque la noticia suena a todas luces como una bomba, habrá que esperar al día en que tenga que personarse en el juzgado de Palma, para responder a los cuestionamientos del juez y sacar algo en claro de su declaración. De entrada, la imputación de un miembro directo de la familia parásita e intocable, ya tiene una lectura social importante, en el sentido de enviar un mensaje a la ciudadanía, harta de tanto chorizo con pedigrí, de que por lo menos se van a molestar en acudir a un juzgado como cualquier hijo de vecino y que Cristina deberá hacer el "paseíllo" por la rampa que conduce a la sede judicial. Y tiene suerte, los últimos borbones que hicieron un paseíllo para que el Pueblo los viese, terminaron con la cabeza rodando hasta una cesta en la Plaza Mayor de París.
 
     La larga y extensa carretada de escándalos, delitos y abusos de la dinastía borbónica y sus allegados y palmeros, conocidos todos por ser del dominio público, por fin encuentran una vía de salida y reconocimiento a nivel jurídico, a pesar de la rabiosa oposición de los partidos políticos mayoritarios, PPSOE, quienes de manera torticera y antipopular, han hecho todo lo posible por preservar la impunidad y opacidad, en las acciones de éste anacronismo social, que es la monarquía española. No lo han hecho por simpatía, ni por convicción, si no por el evidente beneficio que les reporta mantener ésas condiciones. Pero el asunto apenas está comenzando y además de la lógica oposición del gobierno, el fiscal anticorrupción se ha posicionado en contra de la decisión de Castro de imputar a la infanta. La cosa tiene pinta de serie policíaca, un poco cutre y casposa. Da la sensación, de que los encargados de llevar el tema, el fiscal y el juez, se han adjudicado los papeles de "poli bueno" y "poli malo". El bueno es Castro imputando a la infanta y Horrach, el fiscal, es el malo. Igual es una treta para distraer a la ciudadanía, ya que al fin y al cabo, será otro juez el encargado de juzgar el asunto al final de la instrucción.
 
     En los próximos días, veremos como avanza la cosa y si la imputación y declaración de Cristina, conduce a nuevas pistas sobre los negocios turbios de Urdangarín, Torres y compáñía y si se demuestra fehacientemente, que el borbón mayor participó de los choriceos de su parentela. De momento, la monarquía medieval que los ciudadanos sostienen con sus esfuerzos, parece resquebrajarse un poco más. Muchos esperamos, que acabe por derrumbarse como el edificio podrido que es.

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