LOS PATINAZOS DEL PP
El reciente rifirrafe protagonizado por la secretaría general de los populares, Ma. Dolores de Cospedal, en una entrevista matutina en la televisión pública a la que fue invitada, demuestra el alcance de la amnesia que ataca a los altos cargos del PP. La periodista Ana Pastor, reaccionó de forma contundente a las nada veladas insinuaciones de Cospedal, en el sentido de que la dirección de RTVE estaba de lado del gobierno, por lo que sus informativos y noticieros estaban viciados de origen y no eran imparciales con la información que vertían en los medios de comunicación y en especial en lo relativo al partido de la gaviota.
Ana Pastor respondió, pidiendo a Cospedal que le dijese que tipo de televisión esperaba, acaso una parecida a Telemadrid donde hacen apología día si y otro también de lo buena gobernante que es Esperanza Aguirre o quizás la televisión valenciana en la que reina Francisco Camps, donde se niega sistemáticamente la existencia de la rampante corrupción de sus gobernantes. Cospedal se hizo la loca, como es su costumbre cuando la pillan en una curva peligrosa, y contraatacó pidiendo imparcialidad en la información una y otra vez. Lo dicho, amnésica total. O como dirían en mi pueblo, tiene un morro que so lo pisa.
Y es que la secretaria de los conservadores, es la menos indicada para hablar de imparcialidad, ya sea informativa, jurídica o sobre cualquier otro particular ya que, es ella precisamente una experta en parcialidades, sobre todo en el tema de descalificar a los adversarios políticos y acusar a los cuerpos de seguridad del estado sin pruebas de por medio. Lo sorprendente es que no le hayan caído ya un montón de demandas y denuncias por acusaciones falsas. Aunque pensándolo bien, todo ello forma parte del juego mediático tan de moda entre nuestros políticos, en el que las formas nada tienen que ver con el fondo fangoso y pestilente en el que se desenvuelven tan a gusto.
Si los peperos querían una excusa para sentirse víctimas de lo que ellos aseguran, es una persecución a su partido, es ésta una de las buenas. Pocas cosas reditúan tanto de cara a la galería, que proclamar a los cuatro vientos la indefensión a que se ven sometidos por parte de los esbirros del gobierno, como si de una dictadura se tratara. Quizás echen de menos los tiempos del caudillo, en el que los conservadores mantenían en un puño los servicios informativos, eso sí muy “imparciales”, tal como gustan al PP.
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