CORRUPTA Y ¿REDENTORA?

¿QUÉ LE PICA A LA CONDESA?

 

     Al parecer, a la ex presidenta de la comunidad de Madrid, ex ministra en el gobierno de Aznar, ex senadora, ex funcionaria de la dirección de turismo y ex de muchas cosas más, le ha dado un ataque de decencia y se propone a ella misma, para liderar una cruzada de "regeneración de la política", según sus propias palabras. Para nadie es un secreto que su rápida salida de la presidencia autonómica de Madrid, obedece a cuestiones de pura estrategia política y no precisamente "regenerativas". Si la Espe, como la llaman por ahí, decidió colocarse en un perfil bajo durante un tiempo, ha sido con la finalidad de no "quemarse" con los recortes sociales, los escándalos de corrupción y los mangoneos dentro del partido, para catapultarse a la primera oportunidad y presentarse como una opción real de cambio frente a la sociedad. Pero si hacemos un ejercicio de memoria, podremos recordar que ésta "iluminada" es la misma que consiguió la presidencia de la comunidad de Madrid gracias al escándalo del "Tamayazo", la misma que hizo desviar el trazado del AVE para que cruzara por terrenos de su propiedad familiar ganando millones por la recalificación de los mismos. También, como olvidarlo, es la misma que inauguró hasta nueve hospitales para entregarlos después a la gestión privada o para simplemente, dejarlos que se perdieran por falta de personal que los atendiera. Todo con el fin último de sacarse la foto y presumir de que estaba trabajando por los madrileños.

    

     Y sí, también es la misma que cobijó bajo sus alas a distinguidos miembros de la trama Gürtel, diseminados por los municipios más emblemáticos y ricos de la comunidad y hasta en su equipo de gobierno. Los alcaldes de Majadahonda, Pozuelo de Alarcón, Boadilla del Monte y Arganda del Rey, además de su consejero de deportes, participaron activamente en la financiación ilegal del PP y en el enriquecimiento ilícito y cutre de Correa, el Bigotes y de ellos mismos. La pretendida acción heroica, al cesar a los implicados en la trama, no fue sino un paripé bien montado para después colgarse la medalla de "yo destapé la trama Gürtel". Después, el golpe de efecto, el montaje mediático de renunciar a la presidencia de la comunidad por motivos personales, dirigiendo el foco a la enfermedad que padece(o dice padecer), anunciando que se retira de la política. Pero más tarda en renunciar, que en aparecer en todos los platós audiovisuales, presentándose como funcionaria de turismo pero sin decir que horario tiene, ni que funciones desempeña para meterse un buen sueldo en la buchaca, además del sueldo que cobra como presidenta del PP madrileño. Y ahora, después de treinta años de medrar en la política, de beneficiarse de un sistema que premia la lealtad cerrada por sobre la capacidad y los méritos, se presenta como una moderna Juana de Arco para luchar contra la corrupción y reivindicar el oficio político, con declaraciones del calibre de "reducir los años que un político ejerza como tal" , "devolver a los ciudadanos el poder que les han quitado los partidos" o "nos debemos a los votantes, no a las cúpulas de los partidos". Al escucharla decir tales cosas, no puede uno sino asquearse de la caradura que tiene, pues ha llegado a dónde está, precisamente por esos motivos.

 

     Pero en ésta "democracia" monárquica y parasitaria, no podíamos esperar otra cosa de un político de la talla de Aguirre, trepar hasta lo más alto sin mirar el cómo, ni sobre quién, para después vestirse con la piel de una oveja y presentarse como una redentora de los males de la política. Y lo peor, es que seguramente consiga su objetivo, presentarse a unas elecciones y ganarlas con mayoría absoluta. Hay cosas que no cambiarán nunca.