LA DOBLE VARA DE MEDIR
Los continuos resbalones de la cúpula eclesiástica católica en España no cesan, ni siquiera tienen la delicadeza de explicar de forma sencilla los motivos de las burdas decisiones tomadas en los últimos días. Obviamente la respuesta es muy simple. La alta jerarquía de la iglesia, se rige por normas y códigos anacrónicos, ajena a toda evolución social, distanciada de la grey a quien pretende representar y de espaldas a las continuas peticiones de reforma de su estructura.
La precipitada beatificación de Karol Wojtyla, antes de que los continuos escándalos de pederastia y enriquecimiento ilícito de muchos de sus allegados, véase legionarios de Cristo por ejemplo, le salpicasen aún más y deteriorasen su imagen de hombre santo, es sólo una brizna de paja de las muchas vigas que adornan el ojo de la iglesia. La doble vara de medir es cosa cotidiana. Se ignora y desprestigia a quienes disienten y se premia a los cómplices y seguidores incondicionales.
La presión ejercida sobre un sencillo cura de un pueblo de Ourense, quien había ganado un acta de concejal por el PSOE, para que renunciase a la misma, pone de manifiesto dicha actitud, aún y cuando el obispado gallego si que ha permitido con anterioridad casos similares, en éste caso del PP, ya que comparte una cierta “cercanía” con la ideología conservadora de la iglesia. Encima, al pobre cura le han prohibido seguir dando misa, en un claro sesgo punitivo por su osadía, lo que ha desatado la furia de los feligreses, quienes respaldan a su clérigo y exigen su restitución.
Otro ejemplo, es la intención de beatificar a una joven burgalesa, Marta Obregón, a quien la desgracia hizo coincidir con un asesino despiadado que le arrancó la vida hace más de veinte años. La razón es muy simple. La familia pertenece al opus dei, y afirma que la misma joven es un ejemplo de pureza por morir defendiendo su virginidad. Si el asunto no fuese triste por la muerte de la joven, se puede adivinar la mano de la iglesia detrás de la intención, la manipulación burda y torticera que hacen de un hecho trágico para conseguir publicidad para su negocio.
Si tan necesitados van de beatas, ¿por qué no dicen nada de otra joven asesinada? En éste caso Marta del Castillo, también sacrificada por una banda de asesinos sin entrañas. Pero claro, ésta Marta no sería bien vista a los ojos fanáticos de la iglesia, dado el comportamiento poco “casto” de la joven, incluso ninguna asociación católica se ha puesto al lado ni brindado apoyo a la familia. No es de extrañar que, salvo las personas de más edad, las iglesias estén vacías, pues las generaciones actuales no comulgan con el fanatismo que emana de la iglesia católica. Así que visto lo visto, la próxima jornada mundial de la juventud a celebrarse en Madrid, sólo contará con las juventudes conservadoras para recibir al papa, por lo que avanzan a marchas forzadas para traer del extranjero a un ingente número de jóvenes, eso sí con los gastos pagados, a fin de que la celebración no luzca como la propia iglesia. Vacía de contenido.
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